• Cuidados prenatales deben comenzar antes de la concepción para asegurar un embarazo saludable

    Es recomendable que los cuidados prenatales comiencen antes de la concepción, cuando se está buscando un embarazo, en donde la mujer debe iniciar a tomar ácido fólico, la recomendación es hacerlo con tres meses de anticipación, además de monitorear que su estado de salud general sea el óptimo.

    El control prenatal con el médico ginecobstetra debe comenzar entre la 6ta y 8va semana de embarazo o en cuanto la paciente sepa que está embarazada.
    En total, lo ideal sería que una mujer embarazada contara con 8 consultas durante su embarazo de la siguiente manera: una cada mes hasta la semana 28; después de la semana 28, una consulta cada 2 semanas y después de la semana 36, una consulta cada semana hasta la fecha del parto.
    Algunos de los chequeos que se deben realizar durante estas evaluaciones a la salud de la madre y el feto van enfocados a la edad de la paciente, si es una paciente con sobrepeso u obesidad y si tiene alguna enfermedad crónica o comórbida que ponga en riesgo la vida del binomio madre-hijo.
    Otros aspectos que deben monitorearse es si la madre cuenta con serologías positivas a enfermedades como VIH o hepatitis, además de conocer el grupo sanguíneo y saber si la mamá es Rh negativa, porque puede existir algo llamado incompatibilidad de Rh, que es cuando la mamá es Rh negativo y el bebé es Rh positivo. Durante el parto, el cuerpo reacciona a la sangre del bebé como si fuera una sustancia extraña, creando anticuerpos contra la sangre del bebé. Estos anticuerpos, en general, no causan problemas durante el primer embarazo, no obstante, los anticuerpos permanecerán en el cuerpo de la madre una vez se hayan formado. Esto puede causar problemas en un embarazo posterior si el bebé es Rh positivo, por ello la importancia de conocer esta información en las consultas prenatales, ya que se puede aplicar una vacuna a la madre para prevenir estas complicaciones.
    En la semana 11 a la 14 del embarazo se pueden realizar pruebas para corroborar si la existencia o no de una aneuploidía alteración en el número de cromosomas en algunas células o en todas las células del cuerpo, es decir, si el bebé tiene más cromosomas o le faltan cromosomas, lo que puede indicar la existencia de algún síndrome como el Síndrome de Down.
    Durante el segundo trimestre de embarazo la especialista sugiere solicitar a la madre se realice un eco estructural para detectar alguna posible malformación en el bebé. Asimismo, se realiza el tamizaje para saber si la mamá tiene diabetes gestacional y valorar que no tenga anemia, además de un monitoreo respecto al adecuado crecimiento y ganancia de peso del bebé.
    Durante el tercer trimestre del embarazo se debe monitorear que no haya datos de restricción en el crecimiento del bebé, es decir, que la placenta no presente cambios, que el líquido amniótico sea suficiente, etc.
    Es recomendable que en la semana 20 de embarazo se lleve a cabo la aplicación de vacunas como el tétanos, influenza y Covid.
    Lo importante es que la mujer embarazada cuente con sus controles prenatales, porque ello asegura la prevención de enfermedades como la preeclampsia y la eclampsia, diabetes gestacional, además de asegurar el correcto crecimiento del bebé para llegar a un parto seguro y exitoso.

    Texto: Departamento de Comunicación Social, HCG
    Fotografía: Jorge Íñiguez, Departamento de Comunicación Social HCG